Resucitando aquella, la única vez en mi vida que tuve celos.

     


   Ya no te veo.

Ellos siempre están en medio.

Desde la primera noche que te vi

aparecieron.

Aparecieron deslizándose 

como una pesada puerta, 

como una muralla inmensa

separando tus ojos de los míos.


  No sé si tu agradeces su presencia;

Pero a mí me irritan,

me escuecen,

me agobian,

me entorpecen.

No voy a ponerme violenta.

Sólo sé que me siento

aún más chasqueada

que si me quitaran algo de mi pertenencia

y sintiendo el mismo dolor 

que si me arrancaran la cara,

admito

que no eres mío.


   Ya no te veo.

¡Ellos siempre están contigo!

Ellos siempre están en medio.

Por eso me fui.  

Luego te buscaba

sin fuste,

indagaba inconsciente

y tu rastro husmeaba

en cualquier parte,

inquirida como por un instinto recóndito,

azuzada,

rodeada de una luz

¡luminiscente!

Y me vi de repente

jugando

en un dominio desconocido.

Tu ibas por tu decimonona vida

¡Y  yo en el limbo!

Y por eso me fui,

me fui y me fui.

Y ahora estoy loca.


Comentarios

  1. Muy buena!
    Podría ser la letra para una canción de Bebe.
    Me gusta que haya usado la palabra escuece, hay pocas palabras que definan tan bien lo que esa emoción provoca.
    El último verso me ha dejado desconcertada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Ana E. Primer comentario que me dejan en la vida del blog.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

EL AMOR YA ESTABA

La hora del movimiento

A que me aceptes