Desconsiderado, focalizado exclusivamente en si mismo, en el patronazgo político y en la promoción de un tipo de arte, ya bastante pasado de moda, por cierto, y donde nunca destacó ni por su buen gusto ni por su genialidad. Un impresentable, por no llamarle psicópata. Nunca olvidaré el día en que cruzando la Alameda Miramar en Laredo, éste señor y sus ayudantes- lleva ayudantes, lo que no llevaba Miguel Ángel Buonarroti- disparaban nubes de color sobre la Antigua emisora a plena luz del día con un parque infantil a 3 metros, lo que posiblemente provocó más de una dificultad respiratoria en unos niños de dos y tres años que inocentemente jugaban en los columpios. Soy testigo de como el aire esparcía la nube aerosol de color a 3, 4, 5, y 7 metros, dejando caer sus tóxicas partículas sobre los niños. Que no se acordonara la zona, que se hiciera a la hora que se hizo...Me sigo preguntando ¿Quien fue el responsable? Que paren a este caballero encabalgado en su andamio ¡Por favor! Y a quien deberían haberle quitado hace tiempo el carné de artista. Hoy, a lo que contamina NO SE LE PUEDE LLAMAR ARTE.
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