No ofendas a la VIDA, y dale GRACIAS.

     Cuando veo milagros
cierro los ojos
y abro los brazos.
Y postrada en mi dolor,
arrodillada,
me aborrezco luego
sintiéndome vacía,
decepcionada.
Me aborrezco hasta gritar,
me aborrezco por ilusa,
me aborrezco en mi esperanza,
y en mi fe me aborrezco.
Cuando veo milagros
que no entiendo,
que no me gustan nada,
que quizá no merezco,
me aborrezco.
Cuando veo milagros
ya no rezo,
ya no pido, ya no espero.
De piedra se me hacen las lágrimas,
me aborrezco.
 Y así hasta que se pasa,
hasta que una voz me dice
que ya basta.
"No ofendas a la vida
y dale GRACIAS."

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL AMOR YA ESTABA

La hora del movimiento

A que me aceptes