Aún estando siempre lejos






¿Cómo puedo amarte cuando siento ?
¿Cómo puedo quererte si
ni siquiera te veo?
Cuando lo único que quiero
es tenerte aquí
conmigo.

Para poder sonreír, tendría que ser feliz.
Para poder abrazarte, tu tendrías que dejarte
y quererme como antes,
Niño Mío.

Dime cuál es tu secreto,
que aún estando siempre lejos,
no te olvido, no te olvido,
y estás despierto en mis sueños,
aunque sigas tan dormido...
Dime cuál es tu secreto
Niño Mío.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

EL AMOR YA ESTABA

Imagen
Como semillas  de tierra dormida, esparcidas donde el amor ya estaba, todas la células de amor desparramadas despertarán a esa tierra el día en que los sueños se realicen en tus manos , el día en que en tus labios brotando hablen los versos, versos del amor que ya estaba más las gracias del amor que da gracias. Pues EL AMOR NUNCA VIENE  DE LA NADA.    Y ese día en que te duela el silencio que todo el mundo oye, ese día en que te duela la luz que nadie ve, en que sientas el calor por fin de un alma que es la tuya, en que quieras, por fin  que el cielo se haga grande y alcance incluso a los que olvidan,  ese día seremos más alegres con todos dando gracias. Y se despertará LA TIERRA ENTERA porque tus labios cantan al amor,  al amor que ya estaba, hasta despertar la gracia, del amor que da gracias. Pues no has de olvidar nunca,  nunca,  que EL AMOR No VIENE  DE LA NADA.
Leer más

La hora del movimiento

Imagen
    Un dingo y un pitilingo vinieron de Oceanía. El dingo me dijo guaú y el pitilingo se revolvía.    Tengo una manga golera,                     quiero que suene la conga y la salsa brasileira.    Del tango a la sarandonga todo lo puedo bailar, a mi me sale ese ritmo y me sale natural. Ritmo cardiaco y a pares bandazo sensacional... ¡Que no se pare ese ritmo hasta que se detenga  el mar! Yo con ese dingo bailo porque no me va a ladrar y sólo una cosa le digo: un dingo mientras se mueva sé que a nadie morderá.    ¡Venga la salsa! Y que se tiña de lila. Aquí no hay ni hambre para quien baila, chiquilla.    Y sépalo usted: Ni por más vueltas que des ni con todas las que das, ni con las combas del Congo a tu vida me atarás.   Y sépalo usted: que de tú te trato ¡oiga! y ¡que me dejes hablar! Te pongas como te pongas ni por todo lo que teng...
Leer más

A que me aceptes

   A que me aceptes  dedicaré mi vida y le pediré a Dios que no exista la muerte  mientras vivas, Que la muerte se lleve algo más que tu vida  cuando venga,   siempre que ese más sea mi vida.  Mas mientras tú aprendas a sobrevivir junto a mi sueño no ennegrecerá la guadaña con su sombra el cielo.    Dame amor Amor una mínima porción de esa sustancia mágica y divina.    Dale Amor valor a las minúsculas partículas de mi vida
Leer más